Dióxido de Titanio
Dióxido de Titanio.
El titanio es el noveno elemento más común en la Tierra, pero en la naturaleza no existe en su estado elemental. En condiciones normales es muy común que reaccione con oxígeno para formar óxidos de titanio formando el Dióxido de Titanio, un compuesto químico cuya fórmula es TiO₂, llamado también óxido de titanio (IV). Es una sustancia muy apreciado por su brillante y resplandeciente color blanco, su capacidad de dispersar la luz y su resistencia a los rayos ultravioleta, es utilizada principalmente como un ingrediente colorante en una amplia gama de productos cotidianos, donde aporta beneficios notables para la economía y mejora la calidad de vida. Asimismo, cabe destacar su elevado índice de refracción (es decir, su capacidad para dispersar la luz), superior incluso al del diamante. Esto hace que sea una sustancia increíblemente brillante y un material idóneo para el diseño estético.
Aporta luminosidad sin ser tóxica, ni reactiva, lo cual permite intensificar la blancura y el brillo de muchos materiales. Se emplea en pinturas, plásticos, papeles, fármacos, protectores solares y alimentos, entre otros productos.
Gracias a sus diversas propiedades, el dióxido de titanio ha resultado ser útil en muchas aplicaciones beneficiosas para el medio ambiente. En su forma de óxido, el titanio se halla en minerales de la corteza terrestre. También se encuentra junto con otros elementos, como el calcio y el hierro.
Formas del dióxido de titanio:
El TiO2 posee cualidades distintas en función de si se produce en grado de pigmento o en grado de nanomaterial. Ambas formas son insípidas, inodoras e insolubles.
Las partículas de TiO2 en grado de pigmento tienen una dimensión aproximada de 200-350 nm. Esta forma representa el 98 % de la producción total y se utiliza sobre todo para dispersar la luz y crear superficies opacas en productos como la pintura (esto incluye su uso como base en varias pinturas de colores y como simple color blanco brillante).
El TiO2 ultrafino (en grado de nanomaterial) está compuesto por partículas primarias que miden menos de 100 nm. Con esta forma, el dióxido de titanio es transparente (incoloro) y sus propiedades de dispersión y absorción de los rayos ultravioleta son mejores que las de las partículas más grandes del TiO2 en grado de pigmento.
Características:
- Fórmula: TiO2.
- Clasificación: Óxido.
- Masa molar: 79,866 g/mol.
- Densidad: 4,23 g/cm³.
- Punto de fusión: 1.843 °C.
El dióxido de titanio es resplandeciente, ofreciendo un brillo, una intensidad cromática, una opacidad y una blancura única. A la misma vez es resistente, su estabilidad ante los efectos del calor, la luz y la intemperie evita que las pinturas y las películas protectoras se degraden y que los plásticos se vuelvan frágiles. Protector, tiene la capacidad para dispersar y absorber la radiación ultravioleta explica que sea un ingrediente esencial de las cremas solares, ya que protege la piel de los efectos dañinos y cancerígenos de los rayos. Potente, se emplea como fotocatalizador en los paneles solares y para reducir los contaminantes del aire.
Usos:
Como fotocatalizador, el dióxido de titanio se puede añadir a pinturas, cementos, ventanas y tejas para descomponer los contaminantes medioambientales. Como pigmento blanco, el TiO2 es una de las materias primas más importantes para pinturas y revestimientos.
Aparte de emplearse en pinturas, revestimientos catalíticos, plásticos, papeles, fármacos y protectores solares, también tiene aplicaciones menos conocidas en productos como embalajes, tintas de impresión comercial, cosméticos, dentífricos y alimentos.
En la industria de pinturas, revestimientos y plásticos:
En su uso específico como pigmento para pinturas, el TiO2 se llama blanco de titanio, pigmento blanco 6 o CI 77891. También se le denomina “el blanco perfecto” o “el blanco más blanco” por sus potentes cualidades blanqueadoras.
El dióxido de titanio se ha convertido en uno de los pigmentos más comunes del mundo y es la base de casi todos los colores de las pinturas. También se encuentra en revestimientos y plásticos.
Su elevado índice de refracción implica que, como pigmento, es capaz de dispersar la luz visible. El resultado es un color opaco que adquiere una cualidad brillante y reflectante cuando se aplica a una superficie o se incorpora a un producto.
Su uso como revestimiento para aerogeneradores, les otorga un apropiado color blanco y los protege ante la degradación causada por los rayos ultravioleta. Por estas mismas razones, también se encuentra en l El dióxido de titanio grado alimenticio es un aditivo alimentario aprobado para consumo humano dos marcos de plástico para ventanas.
En la industria alimentaria, El dióxido de titanio grado alimenticio es un aditivo alimentario aprobado para consumo humano, se llama E171. Actúa como blanqueador en muchos productos alimenticios, pero también hace las veces de potenciador del color y de la textura, puede aportar suavidad al chocolate o acidez a los caramelos.
En la industria de los cosméticos y productos para el cuidado de la piel:
En el área del maquillaje y el cuidado de la piel, el dióxido de titanio se usa como pigmento y como espesante en las cremas. En los protectores solares, el Dióxido de Titanio ultrafino, resulta útil por su transparencia y su capacidad de absorber los rayos ultravioleta.
Beneficios medioambientales:
Cuando se añade a un revestimiento de pintura en el exterior de edificios situados en un clima cálido o tropical, el color blanco y la propiedad reflectante del Dióxido de Titanio pueden generar un ahorro energético considerable al reducir la necesidad de encender el aire acondicionado. Por su opacidad no hace falta aplicar capas gruesas o dobles, lo cual mejora la eficiencia de los recursos y evita la generación de residuos.
Como fotocatalizador, el dióxido de titanio se puede añadir a pinturas, cementos, ventanas y tejas para descomponer los contaminantes medioambientales. En cuanto que es nano material tiene una función crucial como catalizador en los sistemas de escape de automóviles, camiones y centrales eléctricas, puesto que minimiza su impacto medioambiental e incluye la producción de energía limpia.
También se ha demostrado que el Dióxido de Titanio puede llevar a cabo el proceso de hidrólisis (división del agua en partículas de hidrógeno y de oxígeno) para luego utilizar el hidrógeno obtenido como combustible. En consecuencia, resulta eficaz para la purificación ambiental en distintas clases de revestimientos protectores, así como para la esterilización, las superficies anti vaho.
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